Te cuento, fui la primera en nacer, tuve tres hermanitos más, pero recién parida, mi humana me llamó Manchas, ya te imaginarás por que, no? pero pasadito el tiempo, se dió cuenta de lo dulce que soy y zaz! que me cambia el nombre; desde entonces, soy Mermelada González, aunque de cariño me llaman Merme.
Me alegra mucho que hayas venido a verme.